Francisco Noguera es el presidente de iNNpulsa Colombia, la agencia de emprendimiento e innovación del gobierno colombiano. Es ingeniero industrial y tiene una maestría en Administración Pública por la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde fue seleccionado como fellow de innovación social por la Fundación Rockefeller. Ha dedicado su carrera a entender y promover el rol del emprendimiento y la empresa privada en la solución de retos sociales y ambientales. Ha ocupado diferentes posiciones relevantes en el ámbito del emprendimiento, la sostenibilidad y la innovación social. Es fundador de Futuros Posibles, una plataforma de desarrollo de podcasts que exploran temáticas de sociedad.
En esta segunda instancia del ciclo de entrevistas RELAI, Francisco reflexionó sobre el ecosistema de ciencia, tecnología e innovación en Colombia, el rol de iNNpulsa como actor relevante en el apoyo a estas actividades y la importancia de ser parte de RELAI.
La pandemia del COVID-19 renovó la mirada global frente a la Ciencia y no solo hay un mayor interés por profesionalizarse en sus campos, sino también un reconocimiento en la importancia de las políticas públicas asociadas al sector y en la inversión que éste requiere. ¿Existe una reflexión estratégica de parte de la comunidad científica colombiana sobre este nuevo contexto para contribuir y demandar apoyos?
Yo empezaría por decir que no solamente a raíz de la pandemia, sino antes, y como una de las prioridades clave del gobierno del presidente Iván Duque, el país ya contaba con el propósito de fortalecer la institucionalidad que da apoyo a las actividades de ciencia, tecnología e innovación, así como establecer las prioridades de la agenda que debería aportar de manera conjunta la comunidad científica, la academia, el mundo empresarial y el mundo del emprendedurismo. No sólo se plantea cuáles son desde el punto de vista estratégico esas prioridades, sino que también se propone aumentar los recursos.
Desde el punto de vista de la institucionalidad, en este gobierno se han dado pasos muy relevantes: iNNpulsa se fortalece mucho en virtud de la Ley de Emprendimiento, una ley que busca que haya un organismo articulador de todos los esfuerzos que implican actividades relacionadas con el emprendimiento, la innovación y la conexión de esas actividades con el desarrollo del país. A través de esta ley, se fortalece el rol de iNNpulsa como Agencia Nacional de Emprendimiento e Innovación.
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«En Colombia es una prioridad actual aumentar la inversión
que se hace en actividades de ciencia, tecnología e innovación».
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Los puntos de encuentro entre los ámbitos de acción del Ministerio de Ciencia, Tecnología e innovación -un organismo relativamente reciente, pero muy relevante- y de iNNpulsa son varios. El Ministerio es parte de la Junta Directiva de iNNpulsa; estamos constantemente viendo cómo las actividades que el Ministerio financia en las etapas más tempranas de desarrollo, luego pueden tener una continuidad en las etapas más maduras a través de los programas de aceleración empresarial de iNNpulsa. Muchos de los proyectos de investigación básica que tienen algún potencial de salida al mercado, carecen de la infraestructura para hacerlo. Si se logra una mejor articulación entre lo que se financia desde el Ministerio y lo que se hace desde una entidad como iNNpulsa y sus aliados en el sector privado, esa salida al mercado tendrá mejor probabilidad de éxito.
En Colombia es una prioridad actual aumentar la inversión que se hace en actividades de ciencia, tecnología e innovación y estudiar cómo hacer para que ese porcentaje del PBI incorpore también las inversiones desde el ámbito público y también desde el privado; éste es un esfuerzo muy relevante. Con esa nueva manera de medir recursos públicos y privados destinados a esto, Colombia está muy cercana al 1 % del PBI destinado a temas de ciencia, tecnología e innovación y esperamos que lo supere.
Una de las cosas novedosas que hizo el gobierno actual fue convocar lo que se denomina «la misión de sabios», que reúne a más de 47 expertos nacionales e internacionales en torno a 8 focos temáticos relacionados con bioeconomía, biotecnología, ciencias básicas, ciencias del espacio, ciencias sociales y desarrollo humano, entre otros. De esta experiencia surge un documento de mucha riqueza y profundidad, que debe servir como ancla y guía de los esfuerzos que haga el país en su agenda a mediano y largo plazo respecto a estos temas.
Esa combinación de fortalecer la institucionalidad, convocar una misión como ésta y aumentar los recursos públicos y privados que se destinan a las actividades de ciencia, tecnología e innovación, dan cuenta de ese carácter prioritario del que hablábamos.
Los ecosistemas de innovación incluyen al capital económico -la inversión- pero también al humano –en el que destaca nuestra comunidad científica-. ¿Cómo ve usted a Colombia en estas dos dimensiones fundamentales? ¿Cómo ha incidido la pandemia del COVID-19 en estos campos?
Respecto al capital económico y en términos generales, desde el ámbito público se están priorizando recursos, sin precedentes en términos de porcentaje del presupuesto nacional. Por ejemplo, en Bogotá se está invirtiendo desde la Cámara de Comercio de la ciudad y desde el gobierno nacional, a través de iNNpulsa, en la creación de un distrito de ciencia, tecnología e innovación para la ciudad. Esto tiene mucha relevancia, dado el peso que tiene en la economía y en la disponibilidad de talento a nivel nacional. Entonces, yo diría que la tendencia que vemos en términos de capital económico es una tendencia creciente.
El quehacer científico, la protección de los recursos naturales y el aprovechamiento sostenible de los recursos renovables a través de la bioeconomía son otros factores que se tienen en cuenta para avanzar en la reactivación económica. De acuerdo con la Ley de Emprendimiento, iNNpulsa tiene como misión «ejecutar los programas, instrumentos y recursos para el emprendimiento y el desarrollo empresarial con énfasis en emprendimiento e innovación empresarial en el país». Con esta ley, junto al CONPES de emprendimiento aprobado el pasado 30 de noviembre de 2020, Colombia se convierte en un referente a nivel regional, una nación que impulsa la transformación de su ecosistema emprendedor a través de regulaciones pensadas para favorecer el nacimiento, crecimiento y consolidación de mipymes y así incentivar el desarrollo productivo, económico y social.
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«Desde iNNpulsa entendemos que el emprendimiento, al igual que nuestro país,
es muy diverso y es un eje de desarrollo y de equidad».
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Frente a lo anterior, en iNNpulsa hemos encontrado ciertas dificultades que presentan los empresarios y la comunidad científica para acceder a financiación o inversión y esto conlleva que los emprendedores y empresarios cometan errores al momento de identificar y seleccionar los programas o mecanismos de financiación que ofrece el ecosistema. Es por ello que se requiere generar sinergias entre los actores del ecosistema enfocados en innovación y desarrollo, de tal manera que se fortalezca el capital humano, al mismo tiempo que se promueve el desarrollo de productos (bienes y servicios) que contengan un alto nivel de novedad y de generación de valor. Las alianzas triple hélice (o cuádruple hélice) para transferencia y adopción tecnológica y la entrega de licencias de bienes y servicios protegidos con propiedad intelectual son necesarios para apoyar a las empresas a cerrar las brechas de acceso a financiación.
El programa Vouchers de Innovación -que hemos venido desarrollando en iNNpulsa desde 2017 para la implementación de estrategias de fomento a la cultura y servicios de innovación en Cundinamarca, especialmente en las provincias Sabana Occidente, Sabana Central, Soacha y Sumapaz- es un ejemplo de las oportunidades de transferencia tecnológica y de conocimientos para que las pymes de la región tengan acceso a servicios de innovación especializados.
Entre otras acciones concretas para el fortalecimiento de capital humano y económico llevadas a cabo durante los últimos 4 años en Colombia, iNNpulsa aceleró 5 veces más emprendedores en este período de lo que lo había hecho en su historia, impactando en más de 3.000 emprendimientos en todo el país, que están generando empleos e innovación y están atrayendo capital a nuestras ciudades. Esto se ve reflejado en la cifra récord de Venture Capital invertido en startups colombianas que en los últimos cuatro años ascendió a USD 5.000 millones y a los USD 435 millones movilizaos por iNNpulsa al ecosistema emprendedor del país. Esto es posible también gracias al interés que los emprendedores han despertado en inversionistas de todo el mundo.
Por otra parte, la red CEmprende es una iniciativa que nació tras visitar y estudiar los ecosistemas de otros países y regresar y atrevernos a crear una red de emprendimiento e innovación a la medida de las necesidades de los emprendedores colombianos. Gracias a ella, los emprendedores cuentan con 26 sedes físicas en 19 departamentos del país desde donde pueden acceder a beneficios, apoyos, programas e iniciativas de más de 260 aliados nacionales e internacionales. En este marco, también abrimos una oficina de iNNpulsa internacional en Israel, una nación altamente emprendedora y tecnológica, con un gran interés en nuestros emprendedores.
Para fortalecer el emprendimiento de alto impacto, acompañando a los emprendedores en todas sus etapas, de acuerdo con sus necesidades y nivel de madurez, desarrollamos también Ruta Aldea, programa que ha beneficiado a más de 2.500 iniciativas de las cuales 20 están entre las 100 mejores startups de Colombia 2021, según Forbes, y 6 fueron consideradas soonicorns.
Desde iNNpulsa entendemos que el emprendimiento –al igual que nuestro país– es muy diverso y es un eje de desarrollo y de equidad. Por esta razón, creamos nuevos programas enfocados en esos emprendedores sociales provenientes de poblaciones vulnerables, quienes ahora reciben las herramientas necesarias para convertir el emprendimiento en un proyecto de vida viable para ellos y sus familias. A la fecha hemos impactado en más de 9.100 emprendedores sociales que hoy generan desarrollo económico, inclusión y empleos en sus comunidades de todo el país.
Otra población que recibió todo nuestro apoyo estos últimos 4 años han sido las mujeres emprendedoras. Desde 2018, hemos acompañamos a más de 69.600 en la consolidación de sus negocios.
Al mismo tiempo, con iNNpulsa entendimos que esa innovación que impulsábamos en el sector privado también tenía que dejar huella en el sector público. Por eso, durante este gobierno se fundó MiLAB, el primer laboratorio govtech de innovación pública de Colombia. En esta iniciativa se trabaja de la mano de instituciones públicas y empresas para identificar retos y encontrar soluciones innovadoras que faciliten la relación de estas entidades con todos los ciudadanos. A la fecha vienen trabajando en más de 20 retos de alto impacto para la modernización del Estado.
Las agencias socias de RELAI han atravesado la pandemia de forma activa. En la actualidad, las agencias de innovación ponen su atención también en la recuperación económica, apoyando a mipymes y cadenas de suministro. ¿Cómo ha sido esta trayectoria en el caso de iNNpulsa?
En la pandemia, la necesidad de generar una mejor articulación entre los esfuerzos de investigación básica y los de transformación de las investigaciones en proyectos que eventualmente tengan salida al mercado se hizo absolutamente evidente y se generaron espacios de coordinación que, en otro contexto, no hubieran sido tangibles o tan urgentes. Muchas universidades en Colombia tenían proyectos de investigación en etapas tempranas relacionados con el desarrollo de ventiladores mecánicos o diferentes equipos médicos destinados a fortalecer las unidades de cuidado intensivo, pero no había ninguna instancia hasta el momento que permitiera que esos actores se sentaran a dialogar con empresas que tenían capacidades de aporte, con fondos de inversión o con entidades de gobierno como iNNpulsa.
Por poner un ejemplo, la agencia participó y tuvo un rol dinamizador muy importante en un proyecto relacionado con la creación de un ventilador mecánico que estaba en su etapa temprana de desarrollo en la Universidad de la Sabana. Este es un caso de estudio realmente interesante, porque en el contexto de la pandemia se generó el sentido y la urgencia de que en esa mesa estuvieran no solamente la Universidad, sino también empresas del sector productivo que tenían insumos materiales, knowhow, talento y que podían acelerar la producción en masa de estos ventiladores. La pandemia aceleró una dinámica de colaboración entre los actores que hacen parte de este sistema y aún persiste el reto de no echar pasos atrás.
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«Tenemos el desafío como región de construir un ecosistema más integrado,donde los emprendedores y demás actores puedan aportar soluciones a problemas que se encuentran no solamente en su entorno más cercano,
sino también en la región completa».
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Yendo a otros ejemplos, la iniciativa iNNpulsa TEC busca fortalecer a quienes fomentan capacidades de innovación en Colombia. Es un proyecto que se enfoca en las entidades que tienen la misión de dinamizar los procesos de ciencia, tecnología e innovación. Lo que hacemos desde la agencia es darles mejores herramientas de gestión, exponerlos a mejores prácticas, para que sean más efectivos en su labor de articular a la triple hélice de academia, empresa y estado, para promover esos procesos. Este es un programa que ya va en su segunda versión y que tiene evidencia y resultados muy interesantes.
Durante la pandemia, a través del Programa Colombia Emprende e Innova, se lanzaron algunos retos de innovación, relacionados con desafíos que se priorizaron en este contexto y este es un caso que arrojó una serie de hallazgos relevantes. Por ejemplo, la situación de los ancianos y la salud: cómo atendemos a los adultos mayores que tienen otro tipo de afecciones y enfermedades en un momento donde son la población más afectada y no puede ir a los sistemas de urgencia. Otro reto tuvo que ver con la violencia intrafamiliar: cómo manejar estos casos que se intensificaron durante la cuarentena. La telesalud, pensada más allá de la pandemia, fue otro de los retos que identificamos, además de los casos mencionados anteriormente y de la búsqueda de cómo acelerar los procesos incipientes de investigación y desarrollo colombianos para poderlos llevar al estado de innovación.
¿Qué importancia tiene para iNNpulsa el ser parte de RELAI?
Es absolutamente clave para iNNpulsa contar con un espacio que le permita hacer una reflexión constante sobre la manera en que debe evolucionar su rol en la sociedad colombiana. iNNpulsa es una agencia que nació hace diez años, con una misión muy específica de apoyar proyectos de emprendimiento titulados «de alto impacto», con vocación de crecimiento y de incorporar elementos de innovación. Nació con una serie de instrumentos para llevar a cabo esa misión, pero las condiciones y la manera en cómo ha evolucionado el ecosistema de innovación, los retos a los que nos enfrentamos y otros factores habilitantes como la tecnología exigen que hagamos un esfuerzo constante de reflexionar dónde y qué tipo de intervenciones son las más pertinentes para una entidad como iNNpulsa. La institucionalidad en Colombia va evolucionando en los temas que tienen que ver con ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento y la agencia, en su propio modelo de gestión, tiene que ir evolucionando también. Por esta razón, valoramos mucho contar con un espacio como la RELAI, donde se puede generar un intercambio de buenas prácticas, de saberes y de experiencias entre países que están transitando retos similares.
Yo creo que tenemos el desafío como región de construir un ecosistema más integrado, donde los emprendedores y demás actores puedan aportar soluciones a problemas que se encuentran no solamente en su entorno más cercano, sino también en la región completa. Así lo hicimos hace un par de meses, cuando, en el marco del programa Desafíos Comunes, lanzamos un desafío vinculado a la cadena de agroalimentos. Hacerlo en el marco de RELAI nos permite acceder a soluciones, ideas y reflexiones que provienen no solamente del contexto colombiano, sino también de otros países de la región. Esos son dos elementos claves por los cuales valoramos el espacio que nos brinda RELAI y aportamos con entusiasmo al desarrollo de estas iniciativas.
La conducción de la Red es rotativa. En este rol, que actualmente tiene la agencia argentina I+D+i, ya estuvieron la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Uruguay e iNNpulsa. ¿Qué particularidades pudo imprimir la presidencia colombiana de RELAI?
Desde iNNpulsa somos muy proactivos y articuladores de ecosistema. Es lo que hemos hecho siempre y el ejercicio en la presidencia de RELAI fue lo mismo: trabajar en fortalecer la articulación entre las entidades. Por eso, logramos concretar la Semana de la Innovación, que se realizó en 2020, donde se hicieron diferentes charlas y actividades alrededor de innovación, salud pública y otros temas que afectaban por la pandemia. También tuvimos el tema de Desafíos Comunes que, como mencionamos antes, resultó en el reto de agroalimentos para Colombia. Lo que hicimos fue aportar lo que nosotros sabíamos hacer, el entusiasmo, esa proactividad que nos caracteriza y la innovación de hacer cosas distintas para poder activar no solo la Red, sino también las ganas de explorar nuevas formas y nuevas posibilidades para otras agencias.